Ligero repunte, pero dentro de lo esperado
El informe de inflación de mayo en Estados Unidos mostró un leve incremento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), aunque con resultados mejores a lo anticipado. La tasa anual se ubicó en 2.4%, una décima por encima de abril, pero inferior al 2.5% previsto por el mercado. La variación mensual fue del 0.1%, lo que lleva la inflación acumulada de 2025 a 1.9%.
El principal impulso al alza provino del aumento en los precios de la vivienda y los alimentos. No obstante, la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, también creció solo 0.1% frente al 0.3% esperado, lo que generó la percepción de que la Fed ha logrado controlar, al menos temporalmente, la inflación post-pandémica.
Aranceles aún no impactan plenamente los precios
A pesar del contexto proteccionista, el efecto de los nuevos aranceles aún no se refleja claramente en los precios. Esta demora se explica por varios factores: empresas importadoras adelantaron compras a inicios de año, acumulando inventarios; algunos buscaron proveedores alternativos; y otros han absorbido los costos adicionales.
Además, la incertidumbre interna y las políticas migratorias del presidente Trump han debilitado la demanda agregada. Este enfriamiento del consumo interno también ha contenido presiones inflacionarias. Aun así, preocupa la depreciación del dólar, que ha caído entre 8% y 10% frente a otras divisas, encareciendo las importaciones.
La Fed mantiene firme su política monetaria
Pese a los llamados del presidente Trump para bajar tasas, la Reserva Federal ha optado por mantener el rango de la tasa de fondos federales entre 4.25% y 4.50%. La institución argumenta que los riesgos derivados del proteccionismo y la volatilidad financiera justifican una política monetaria prudente.
El Comité Federal de Mercado Abierto ha señalado que el análisis de política monetaria se basa en indicadores pasados, lo que requiere anticiparse a los posibles efectos de decisiones recientes, como los aranceles, sobre precios y crecimiento.
El papel de la Tasa Neutral en la decisión
Un concepto clave en el análisis de la Fed es la Tasa Neutral o r*, estimada en torno al 1.2% real anual. Esta tasa refleja el nivel en el cual la economía puede crecer sin generar presiones inflacionarias. Con una inflación que podría acercarse nuevamente al 3% si los efectos de los aranceles se intensifican, mantener las tasas actuales parece coherente con la estabilidad de precios.
El mercado de bonos también refleja esta incertidumbre. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a largo plazo han subido, señalando preocupación por el entorno macroeconómico. En este contexto, la Fed considera que aún no es momento para flexibilizar su política monetaria.
