Londres busca evitar una crisis financiera derivada del escándalo de financiación de vehículos conocido como el ‘caso de los coches’. Ante la posible derrota judicial de los bancos implicados, la Autoridad de Conducta Financiera (FCA) ha planteado un esquema de compensación que sea «sencillo, rápido y económico», evitando que los afectados pierdan parte de sus indemnizaciones en honorarios legales.
Un fallo que podría cambiarlo todo
La Corte Suprema del Reino Unido se pronunciará en julio sobre tres casos clave que involucran a FirstRand Bank y Close Brothers. Estas resoluciones sentarán un precedente para miles de afectados. La Corte de Apelaciones ya falló a favor de los consumidores, reforzando las esperanzas de quienes fueron perjudicados por comisiones ocultas y tipos de interés inflados. Según la FCA, estas prácticas ocurrieron por «acuerdos entre concesionarios y entidades financieras desconocidos por los clientes».
Una solución al alcance del consumidor
«Queremos elaborar un esquema que los consumidores puedan entender fácilmente y en el que puedan participar, sin la necesidad de acudir a empresas de reclamación o abogados», explicó la FCA, organismo dependiente del Banco de Inglaterra. El objetivo es que los afectados reciban una compensación justa sin ver disminuidas sus reclamaciones hasta en un 30% por costes legales.
El plan contempla una consulta de seis semanas para diseñar un sistema que ofrezca claridad, justicia, transparencia y un calendario definido. Además, busca asegurar que las compensaciones no afecten la estabilidad del mercado de financiación automotriz.
Las provisiones bancarias podrían ser insuficientes
Santander UK ha reservado 350 millones de euros, pero analistas como los de RCB estiman que las indemnizaciones podrían alcanzar entre 1.180 y 2.200 millones de euros solo para esta entidad. En conjunto, la banca británica ha apartado 2.000 millones de euros, pero las estimaciones más altas elevan el posible coste total hasta 47.485 millones de euros.
Lloyds encabeza la lista de provisiones, seguido por entidades como Barclays, Bank Brothers y Santander UK. Según el propio banco español, podrían presentarse reclamaciones por parte de hasta el 50% de los afectados, según la experiencia del caso de los seguros PPI.
Proteger el sistema sin ignorar a los afectados
«Si muchas firmas dejan el mercado, se podría reducir la competencia y encarecer estos préstamos en el futuro», advirtió la FCA, que también alertó sobre el riesgo de que los consumidores pierdan su compensación si alguna empresa quiebra, ya que este segmento no está cubierto por el Esquema de Compensación de Servicios Financieros.
Con la financiación de dos millones de vehículos anuales en juego, la prioridad es no comprometer la estabilidad del sistema ni las posibilidades de indemnización de los perjudicados. El reto de las autoridades británicas es equilibrar justicia para los consumidores y sostenibilidad para el mercado.
Conclusión: compensar sin colapsar
La propuesta de la FCA representa un esfuerzo por reparar los daños del pasado sin destruir el futuro del crédito automotriz. Si la Corte Suprema falla a favor de los consumidores, el modelo que se diseñe será clave para determinar cómo y cuánto se indemniza, y qué tan resiliente será el sector financiero frente a esta crisis.