La ONU confirma un punto de inflexión en energías limpias
Según nuevos informes de la ONU, la transición energética mundial ha superado una barrera histórica: los costos de producción. La energía solar y eólica se han convertido en las fuentes más baratas del mundo, lo que permite su expansión masiva. El 74% del crecimiento de la generación eléctrica en 2023 provino de fuentes renovables, y el 92,5% de toda la nueva capacidad añadida a la red global fue limpia.
La Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) señala que la energía solar es ahora 41% más barata y la eólica 53% más económica que el combustible fósil más asequible. Además, las ventas de vehículos eléctricos pasaron de 500 mil unidades en 2015 a más de 17 millones en 2024.
Una nueva era energética: barata, limpia y abundante
Los combustibles fósiles, principales responsables del cambio climático, recibieron en 2023 unos 620.000 millones de dólares en subsidios, frente a los 70.000 millones destinados a renovables. A pesar de esta desproporción, la inversión privada y pública en energía verde alcanzó los 2 billones de dólares el año pasado.
El secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que los países que se aferran a los combustibles fósiles están “saboteando” sus propias economías. El llamado es claro: apostar por la seguridad energética con fuentes que no dependen de precios volátiles ni de conflictos geopolíticos.
Desigualdad regional y el desafío del sur global
El crecimiento renovable es liderado por países como China, India y Brasil, pero África apenas representó el 2% de la nueva capacidad instalada en 2023. Esto se debe al elevado costo del capital en muchas economías del sur global, lo que limita su acceso a tecnologías limpias.
Adelle Thomas, climatóloga del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, advierte que el mito de que la energía verde es inaccesible está desmentido. El reto es garantizar que estos países puedan electrificarse sin asumir deudas insostenibles.
Retos emergentes: centros de datos y política estadounidense
Uno de los nuevos desafíos en la transición energética es el crecimiento acelerado de los centros de datos, especialmente aquellos impulsados por inteligencia artificial. Se estima que un solo centro puede consumir tanta electricidad como 100.000 hogares, y que para 2030 estos podrían usar tanta energía como todo Japón.
En contraste, en Estados Unidos el crecimiento de renovables se ha desacelerado tras la llegada al poder del presidente Donald Trump, quien ha retirado al país del acuerdo de París y ha recortado programas federales en favor de los combustibles fósiles.