España afronta la saturación de su mercado solar

El boom fotovoltaico pierde fuerza

España, considerada durante años un modelo de referencia en energías renovables, enfrenta ahora una fase de saturación en su mercado solar. Un análisis del Financial Times advierte que el crecimiento acelerado de la fotovoltaica ha superado la capacidad de adaptación de la red eléctrica y de la demanda interna, generando un desplome de precios y rentabilidad.

Según el rotativo británico, la expansión de las instalaciones ha sido tan rápida que, en ciertos momentos del día, la generación excede con creces el consumo nacional, llevando el precio mayorista de la electricidad a cero o incluso a valores negativos.

Caída de precios y pérdida de valor

El exceso de oferta ha tenido un impacto directo en la valoración de los proyectos solares. Datos de la plataforma de negociación nTeaser muestran que activos que hace dos años se vendían por 200.000 euros por megavatio se negocian ahora entre 28.000 y 89.000 euros. Esto erosiona los márgenes de los propietarios y reduce el atractivo para nuevos inversores.

La situación también expone las limitaciones estructurales del sistema eléctrico. La falta de inversión en redes y almacenamiento ha impedido absorber de forma eficiente la producción renovable, aumentando la presión sobre el sector.

Inversión insuficiente en infraestructura

El Financial Times cita datos de BloombergNEF que colocan a España como el país que menos invierte en redes eléctricas por cada dólar destinado a renovables en Europa: apenas 0,30 dólares frente a una media de 0,70. Este déficit persiste a pesar de que, ya en 2017, la asociación europea de operadores Entso-e advirtió sobre el riesgo de inestabilidad de la red y la necesidad de instalar inversores de red para imitar la función estabilizadora de las turbinas.

Para el periódico, este estancamiento plantea un reto directo a las ambiciones climáticas del gobierno de Pedro Sánchez, que ha presentado a España como un líder global en transición verde. La ralentización de nuevos proyectos fotovoltaicos podría redefinir el ritmo de expansión renovable en la próxima década.