Axa IM estudia entrar en la fibra de Telefónica y Vodafone

Negociaciones para una inversión estratégica

Axa Investment Management mantiene conversaciones para adquirir una participación relevante en Fiberpass, la sociedad conjunta de infraestructura de fibra óptica impulsada por Telefónica y Vodafone España. Según fuentes citadas por el Financial Times, el grupo inversor aspira a hacerse con cerca del 30% del capital, aunque la valoración definitiva todavía no ha sido fijada. El objetivo sería cerrar la operación antes de que finalice septiembre.

Ni Telefónica ni Vodafone España han querido pronunciarse sobre las negociaciones, mientras que Axa IM tampoco ha emitido comentarios oficiales. El acuerdo, subrayan las fuentes, aún no está cerrado y podría depender de factores como la valoración de activos y la distribución final de participaciones.

Estructura accionarial y plan inicial

Actualmente, Telefónica controla el 63% de Fiberpass, repartido entre Telefónica España (38%) y Telefónica Infra (25%). Vodafone España posee el 37% restante. Desde la creación de la joint venture, ambas operadoras contemplaban la entrada de un tercer socio con alrededor del 40% del capital, manteniendo Telefónica una posición mayoritaria y reduciendo la participación de Vodafone hasta el 10%.

Este diseño buscaba reforzar la capacidad de inversión y acelerar el despliegue de la red, aprovechando la experiencia de un socio financiero especializado en infraestructuras para optimizar retornos y diversificar riesgos.

Previsiones de rentabilidad

Las estimaciones internas apuntan a que Fiberpass podría alcanzar un resultado bruto de explotación (ebitda) de 125 millones de euros al tercer año desde su constitución. Este objetivo se apoya en la creciente demanda de conectividad de alta velocidad y en la expansión de redes troncales que conectan áreas urbanas y rurales.

La operación se enmarca en una tendencia más amplia del sector de telecomunicaciones europeo, donde las alianzas estratégicas con fondos de inversión permiten financiar despliegues intensivos de capital sin comprometer la capacidad operativa de las operadoras.