Gasolina y diésel suben justo antes del gran éxodo veraniego

Repunta el precio a las puertas de la operación salida

Con el inicio del verano y la primera operación salida a la vuelta de la esquina (del 4 al 6 de julio), los precios de los carburantes han registrado un nuevo repunte. Según el último Boletín Petrolero de la Unión Europea, tanto la gasolina como el diésel han subido hasta un 2% en los últimos días, alcanzando niveles que no se veían desde abril. La Dirección General de Tráfico prevé un récord histórico de desplazamientos por carretera: más de 100 millones durante toda la temporada estival.

Tercera subida consecutiva del diésel

El litro de diésel se sitúa en 1,425 euros tras una subida del 1,78%, mientras que el de gasolina supera los 1,5 euros tras aumentar un 0,8%. Llenar un depósito medio de 55 litros cuesta ahora 78,3 euros para el diésel y 82,5 euros para la gasolina, cifras aún por debajo de las del verano pasado. En comparación, repostar gasolina cuesta 7 euros menos que en julio de 2024 y el diésel, unos 3,5 euros menos.

Contexto geopolítico y mercado energético

El alza de precios se da en un contexto de tensiones geopolíticas en Oriente Medio, tras el conflicto entre Irán e Israel y la intervención de Estados Unidos. Esta situación empujó brevemente el precio del barril de Brent por encima de los 78 dólares, aunque tras el alto el fuego se ha estabilizado en torno a los 68 dólares. Aun así, estos movimientos han impactado en los precios de los carburantes en toda Europa.

España, por debajo de la media europea

Pese a las recientes subidas, los precios del combustible en España siguen siendo competitivos frente al resto del continente. La gasolina sin plomo 95 es un 3% más barata que la media de la UE y el diésel cuesta un 1,86% menos. Además, en lo que va de año, ambos carburantes se mantienen por debajo de los niveles de 2024: un 1% más baratos en el caso del diésel y un 1,3% en el de la gasolina.

Cabe recordar que el precio en surtidor no solo depende del valor del petróleo en los mercados internacionales. Factores como los impuestos, los márgenes comerciales, los costes logísticos o la cotización específica de los carburantes también influyen. Además, existe un desfase temporal entre la evolución del crudo y su reflejo en las estaciones de servicio.