Comisión del Jubileo propone cambios estructurales
Una comisión creada por el difunto papa Francisco ha presentado un informe crítico sobre la arquitectura financiera global, advirtiendo que sin reformas estructurales, los países pobres seguirán atrapados en ciclos de deuda que frenan su desarrollo. La Comisión del Jubileo publica sus conclusiones días antes de la Conferencia de la ONU sobre Financiación para el Desarrollo que se celebrará en Sevilla a finales de junio.
En contraste con la histórica condonación de deuda hace 25 años, la situación actual es más compleja. Hoy, el endeudamiento público global se encuentra en niveles récord, mientras muchos países en desarrollo deben recortar gasto esencial para pagar intereses. La profesora Mariana Mazzucato, miembro de la Comisión, advirtió que “la crisis de deuda actual refleja un modelo de inversión roto”.
Propuestas para aliviar la carga de la deuda
El informe de la Comisión recomienda ampliar las iniciativas de suspensión de deuda, reforzar las condiciones del financiamiento multilateral e introducir reformas legales en Londres y Nueva York que desincentiven la resistencia de los acreedores privados a participar en reestructuraciones.
También se insta a evitar que los fondos proporcionados por el FMI y el Banco Mundial terminen fluyendo directamente a los acreedores privados, en lugar de usarse para impulsar el desarrollo. Según la Comisión, los rescates actuales priorizan los pagos de deuda antes que la inversión social y económica.
Ciclo vicioso para los países en desarrollo
La Comisión denuncia que el sistema actual favorece un comportamiento oportunista por parte de prestamistas privados. Estos envían capital en tiempos favorables, pero restringen el acceso al crédito ante cualquier signo de riesgo. El resultado: los países caen en default y deben depender de organismos como el FMI, cuyos préstamos a menudo solo sirven para pagar deuda anterior.
Martín Guzmán, copresidente de la Comisión y exministro argentino, destacó que “no existen condiciones adecuadas para reestructuraciones sostenibles”, lo que agrava la crisis de desarrollo y prolonga el sufrimiento económico y social de los países más vulnerables.
Costos sociales de la deuda insostenible
Desde 2014, el costo medio de los intereses como porcentaje de los ingresos fiscales en países en desarrollo casi se ha duplicado. Hoy, más de 3.300 millones de personas viven en países que gastan más en servicio de la deuda que en salud. Más de la mitad de los africanos están en esta situación crítica.
La Comisión concluye que, sin una reforma global del sistema financiero, el mundo seguirá siendo testigo de generaciones atrapadas en pobreza estructural. La conferencia de Sevilla será una prueba clave de la voluntad política internacional para cambiar este rumbo.