IBM resurge y desafía a Nvidia en la era de la IA

El histórico ‘Big Blue’ vuelve al centro del tablero

Pocas apuestas bursátiles de 2025 han sorprendido tanto como la de IBM. La veterana tecnológica estadounidense ha subido más de un 30% en lo que va de año, en silencio y sin los focos que iluminan a Nvidia. Lejos de competir por dominar los chips, IBM ha tomado otro camino: liderar el desarrollo empresarial de la inteligencia artificial generativa y avanzar en computación cuántica.

Con una facturación anual de 6.000 millones de dólares en IA, IBM no solo compite: se posiciona como uno de los actores clave de la transformación digital de grandes compañías. Según analistas, el mercado de soluciones de IA crecerá un 30% anual en la próxima década, y IBM quiere capitalizar ese crecimiento desde una posición de solidez tecnológica y experiencia empresarial.

IA y computación cuántica: la combinación que puede cambiarlo todo

La gran apuesta de IBM es la convergencia de dos tecnologías: inteligencia artificial y computación cuántica. Su ambicioso plan ‘Quantum Starling’ pretende lanzar para 2030 un ordenador cuántico tolerante a fallos, operativo a escala y con aplicaciones comerciales reales. Este avance abriría nuevas fronteras en medicina, energía, finanzas y ciberseguridad.

Wedbush destaca que IBM está desarrollando tanto el software como el hardware necesarios para este salto, posicionándose como una de las pocas compañías capaces de integrar ambos campos. Si consigue unir su IA empresarial con la potencia cuántica, el impacto podría redefinir sectores enteros.

IBM no reemplaza a Nvidia, la complementa

A pesar de su buen desempeño bursátil, IBM no amenaza directamente el liderazgo de Nvidia. Los analistas recuerdan que buena parte de los ingresos de IBM aún provienen de negocios tradicionales, mientras que Nvidia se dispara gracias a su dominio total en chips para IA, con un ecosistema cerrado y robusto que fideliza a desarrolladores y empresas.

El enfoque más inteligente para los inversores no es elegir entre ambas, sino combinar sus fortalezas. Nvidia proporciona la infraestructura; IBM, la estrategia empresarial y las soluciones finales. En un ecosistema donde hardware y software convergen, apostar por las dos compañías diversifica la exposición sin redundancias.

Dos caminos, una misma revolución tecnológica

Nvidia lidera el presente con sus GPUs. IBM siembra el futuro con IA generativa, integración vertical y computación cuántica. Si los mercados valoran hoy la velocidad, pronto podrían premiar también la resistencia y la visión estratégica.

La inteligencia artificial no será un monopolio, sino un ecosistema. Y en él, IBM ha dejado claro que no piensa ser un actor secundario. Su regreso no es nostalgia: es una apuesta firme por liderar la próxima fase de la revolución digital.