Polonia lidera la nueva fiebre del oro en Europa

Los bancos centrales intensifican sus compras

En el tercer trimestre de 2024, los bancos centrales de todo el mundo compraron cerca de 220 toneladas de oro, un aumento del 10% frente al año anterior y un 28% respecto al trimestre anterior. Según el World Gold Council, las compras acumuladas en lo que va del año ascienden a 630 toneladas, muy por encima de la media histórica de 400 a 500 toneladas registrada antes de 2022.

Una tendencia clara se impone: más países están sumándose a la estrategia. Las economías emergentes ya no están solas. En esta nueva etapa, varios países de la Unión Europea han empezado a aumentar sus reservas, movidos por el deseo de diversificar activos, reducir dependencia del dólar y reforzar la estabilidad monetaria. Este fenómeno, conocido como desdolarización, ganó tracción tras la congelación de reservas rusas en 2022.

Polonia toma la delantera global

Aunque Chequia ha ganado protagonismo con la compra de casi 16 toneladas, es Polonia quien domina el ranking. En lo que va de 2024, el país ha adquirido casi 90 toneladas de oro, superando ampliamente a China. En 2023 ya había comprado 130 toneladas, ocupando el segundo lugar global. Con este ritmo, las reservas polacas ya superan las 515 toneladas, duplicando su volumen desde 2023.

Polonia se sitúa ahora como el décimo país con mayores reservas de oro del mundo, por delante del Reino Unido y España, y solo por detrás de los Países Bajos dentro de Europa. A pesar de este avance, su banco central busca elevar la proporción de oro en sus reservas internacionales del actual 24% al 30%, lo que implicaría comprar 150 toneladas adicionales al precio actual.

Geopolítica, desconfianza y protección financiera

“El oro es el único activo seguro para las reservas estatales”, declaró el presidente del Banco Central de Polonia, Adam Glapiński, justificando esta estrategia en un escenario global incierto. En un artículo de 2024, el funcionario destacó el valor estratégico del metal frente a amenazas económicas, militares y la fragilidad del sistema financiero internacional.

Glapiński enfatizó que el oro, a diferencia de las divisas tradicionales, no está sujeto a decisiones de política monetaria ajenas ni a emisiones sin límite. Su acumulación fortalece la confianza en la moneda nacional y en la credibilidad institucional. Aunque no mencionó directamente a Rusia ni a Estados Unidos, el mensaje es claro: Polonia se está preparando ante posibles crisis futuras.

Un cambio en el orden financiero mundial

El aumento de reservas de oro por parte de Polonia y otros países refleja un contexto en transformación. La pérdida de confianza en el dólar, la inestabilidad geopolítica y el creciente endeudamiento global están impulsando una vuelta al oro como activo estratégico. En lugar de misiles o cazas, el verdadero escudo económico parece ser el oro.

En este nuevo mapa monetario, Polonia ha dejado claro que el oro no es una reliquia del pasado, sino una apuesta moderna por la soberanía financiera y la resiliencia institucional.