España crece más que Europa pese a la incertidumbre

Un primer trimestre de solidez económica

La economía española arrancó 2025 con fuerza, con un crecimiento del 0,6% del PIB en el primer trimestre respecto al trimestre anterior y un 2,8% interanual, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Todo ello, en un contexto de creciente incertidumbre internacional, marcado por las tensiones comerciales impulsadas por la Administración Trump, que ya comenzaba a anunciar aranceles.

Consumo privado y tipos bajos como impulsores

El consumo de los hogares fue uno de los pilares clave, con un avance trimestral del 0,6%, apoyado en el abaratamiento del crédito gracias a la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE). La continuidad en la fortaleza del mercado laboral también ha sostenido la demanda interna, contribuyendo a que España se mantenga como una de las economías más dinámicas de la eurozona.

Reactivación del sector exterior

Otro motor económico fue el sector exterior, que volvió a tener una aportación positiva tras dos trimestres débiles. Las exportaciones crecieron un 1,7% frente al 1,6% de las importaciones. El crecimiento se debe en gran parte a los servicios no turísticos, como los empresariales, de transporte, telecomunicaciones e informática, más allá del turismo, que también registró cifras récord.

La inversión mantiene su dinamismo

La inversión, tradicionalmente rezagada desde la pandemia, registró un avance del 0,9%, superando las expectativas. Destacó especialmente la inversión en construcción no residencial, impulsada por los fondos europeos Next Generation. También se observó un incremento en la inversión en equipos de transporte, lo que refuerza la percepción de una recuperación sólida del tejido productivo.

Perspectivas moderadas, pero liderazgo europeo

A pesar del entorno de riesgo geopolítico y comercial, el crecimiento de España sigue destacando entre los países desarrollados. El Banco de España ha rebajado su previsión de crecimiento para 2025 del 2,7% al 2,4%, y prevé un 1,8% para 2026. Aun así, España continúa superando a economías clave como Alemania (0,4%) y Francia (0,1%) en crecimiento trimestral.

Conclusión: estabilidad con matices

España ha logrado mantener un ritmo económico firme gracias al consumo, la inversión y las exportaciones no turísticas. Sin embargo, el impacto de factores externos como la guerra comercial global y la inestabilidad geopolítica seguirá condicionando el futuro inmediato. Aun así, el país conserva una posición de liderazgo en el crecimiento europeo y muestra capacidad de adaptación ante un entorno volátil.