Impacto fiscal borra más de 200.000 millones en un día
Meta ha vivido este jueves su peor jornada bursátil en tres años, con una caída del 11,33% que ha supuesto la pérdida de 208.000 millones de dólares en valor de mercado. Su capitalización queda así en 1,68 billones. El desplome se produce tras presentar un beneficio neto de 2.709 millones de dólares en el tercer trimestre, un 83% menos que el año anterior.
La causa principal del desplome es una provisión contable de 15.930 millones de dólares por efecto de la ley fiscal One Big Beautiful Bill Act. Esta norma, impulsada durante la administración Trump, obliga a las grandes empresas a pagar un impuesto mínimo del 15%. Meta ha tenido que recalcular sus créditos fiscales, lo que ha reducido significativamente su beneficio reportado, aunque no implique de momento una salida real de efectivo.
Los mercados castigan la previsión de gasto en IA
Pese a que Meta aseguró que esta provisión permitirá pagar menos impuestos en el futuro, los inversores reaccionaron con escepticismo. La caída supera a la sufrida en octubre de 2022 tras los fracasos del metaverso y a la de abril de 2024, cuando anunció el fin de su austeridad y nuevas inversiones multimillonarias en inteligencia artificial.
Precisamente, el temor a un mayor gasto futuro también ha pesado en el desplome. Meta proyecta un aumento “notablemente mayor” en inversión de capital para competir en el terreno de la IA. Según Bloomberg, la compañía acaba de emitir bonos por 30.000 millones de dólares, atrayendo una demanda de 125.000 millones. Es la mayor operación desde los 31.000 millones de Pfizer en 2023.
IA, deuda y presión inversora
El gasto en IA no es exclusivo de Meta. Microsoft, Alphabet y Amazon también destinan miles de millones a este sector, en particular a la construcción de centros de datos y compra de procesadores de Nvidia. Morgan Stanley estima que estos gigantes invertirán en conjunto 3 billones de dólares hasta 2028. Sin embargo, esa apuesta implica asumir grandes niveles de deuda y presiona los márgenes en el corto plazo.
La combinación de un impacto fiscal inesperado, menores beneficios y más deuda está generando una fuerte desconfianza en el mercado. Los inversores han respondido con ventas masivas, protagonizando un jueves negro para los accionistas de Meta.

