España se consolida como el 4.º país más poblado de la UE

Crecimiento sostenido tras la pandemia

España alcanzó los 49.077.984 habitantes a 1 de enero de 2025, consolidándose como el cuarto país más poblado de la Unión Europea. Según datos de Eurostat, este incremento de 458.289 personas respecto a 2024 representa cerca del 11 % de la población total de la UE, estimada en 450,4 millones de ciudadanos.

Por delante de España se sitúan Alemania (83,6 millones), Francia (68,6 millones) e Italia (58,9 millones), que junto con España agrupan al 58 % de todos los ciudadanos comunitarios. Esta tendencia refleja una distribución poblacional concentrada en los principales países del bloque.

Migración neta impulsa el aumento poblacional

Desde 2012, el crecimiento demográfico en la Unión Europea se ha sostenido gracias a la migración neta positiva, que ha compensado un saldo natural negativo marcado por un mayor número de muertes que nacimientos. Esta tendencia se mantuvo en 2025, año que marca el cuarto consecutivo de crecimiento poblacional en la región tras el retroceso provocado por la pandemia en 2021.

En concreto, la población comunitaria aumentó en 1.070.702 personas en el último año. Sin embargo, el ritmo de crecimiento es claramente más lento que en décadas anteriores. Entre 2005 y 2024, el crecimiento medio anual fue de aproximadamente 0,9 millones, muy por debajo de los cerca de 3 millones anuales registrados en los años sesenta.

Desigualdades demográficas entre Estados miembros

La distribución demográfica dentro de la Unión Europea sigue siendo desigual. Mientras Alemania, Francia, Italia y España lideran en cifras absolutas, otros Estados miembros presentan realidades muy distintas. Malta, por ejemplo, cuenta con apenas 0,6 millones de habitantes, situándose como el país con menor población del bloque.

Entre los 19 países de la UE que experimentaron crecimiento demográfico en 2025, destacan Malta (+19,0 por 1.000 habitantes), Irlanda (+16,3) y Luxemburgo (+14,7) como los de mayor dinamismo. En contraste, ocho países registraron retrocesos en su población. Letonia lideró las caídas con una tasa de -9,9 por 1.000, seguida de Hungría (-4,7), Polonia y Estonia (ambos con -3,4).

España, entre el crecimiento y el envejecimiento

El aumento poblacional en España responde tanto a flujos migratorios como a una mejora en las cifras de retorno de ciudadanos españoles desde el exterior. No obstante, el país continúa enfrentando retos estructurales como el envejecimiento demográfico y la baja natalidad, elementos que condicionan su sostenibilidad a largo plazo.

En este contexto, los datos de 2025 posicionan a España como un actor clave dentro de la dinámica poblacional europea, combinando estabilidad en el crecimiento con desafíos que compartirá con el conjunto del bloque en las próximas décadas.