Cambio inesperado en la política comercial
El 7 de agosto, coincidiendo con la entrada en vigor de nuevos derechos de aduana, el presidente de Apple, Tim Cook, entregó a Donald Trump una placa de oro de 24 quilates y anunció una inversión de 100.000 millones de dólares en EE.UU. El gesto coincidió con un giro en la política comercial: la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) decidió imponer aranceles del 39% a lingotes de oro de un kilo y 100 onzas, pese a que hasta abril el metal estaba exento.
La aclaración llegó en una carta del 31 de julio dirigida a una refinería suiza, en la que se especifica que estos lingotes deben clasificarse como “productos semielaborados” bajo el código 7108.13.5500, y no como “producto bruto” libre de gravámenes. Horas después de filtrarse la carta, los futuros del oro en Nueva York alcanzaron un récord histórico de 3.534 dólares la onza.
Impacto sobre Suiza y el comercio global
Suiza, mayor centro de refino de oro del mundo, recibe un golpe significativo: el 39% es la tasa más alta aplicada a un país occidental. Los lingotes de un kilo son el formato predominante en el Comex, el mayor mercado de futuros del mundo, y constituyen la mayor parte de las exportaciones suizas hacia EE.UU.
El comercio global de lingotes suele seguir una ruta triangular: desde Londres, donde se almacenan en formatos de 400 onzas, hacia Nueva York, que prefiere barras de un kilo, pasando por Suiza, donde se adaptan al tamaño requerido. Según Christoph Wild, presidente de la Asociación Suiza de Fabricantes y Comerciantes de Metales Preciosos, el nuevo arancel dificultará atender la demanda estadounidense.
Mercado en tensión y acopio previo
En 2025, el oro acumula un alza del 27% respecto a finales de 2024, impulsado por temores a la inflación, altos niveles de deuda y la depreciación del dólar como moneda de reserva. En febrero, ante el temor a una guerra comercial, se produjo un traslado acelerado de lingotes de Londres a Nueva York para aprovechar primas en el mercado Comex frente al precio spot londinense, lo que generó oportunidades de arbitraje.
Las diferencias de estándares de peso —400 onzas en Londres frente a un kilo en Nueva York— obligaron a refinerías suizas a modificar su producción, creando una “demanda artificial” que intensificó los flujos comerciales.
Magnitud del impacto económico
En los últimos doce meses, Suiza exportó 61.500 millones de dólares en oro a EE.UU. Bajo el nuevo arancel, este volumen estaría sujeto a un coste adicional de 24.000 millones de dólares, alterando de forma significativa el comercio bilateral y añadiendo presión al mercado internacional del oro.