Europa afronta una crisis habitacional estructural
La Unión Europea enfrenta una escasez de vivienda agravada por la parálisis del sector de la construcción. A pesar de intentos gubernamentales por estimular nuevas promociones, el aumento de costos, las trabas burocráticas y el endurecimiento financiero han bloqueado el avance de nuevas viviendas. Según ING, el crecimiento del sector será nulo en 2025.
Las infraestructuras ganan protagonismo en plena desaceleración
Frente al declive residencial, las obras de infraestructura han sostenido parcialmente la actividad del sector. Las inversiones públicas vinculadas a la transición energética, redes eléctricas y digitalización han marcado el rumbo. Sin embargo, surgen nuevos desafíos como la gestión del agua en zonas con sequías frecuentes, impulsadas por el cambio climático.
España desafía la tendencia con confianza y dinamismo
Mientras gran parte del continente reduce permisos de construcción, España muestra un comportamiento contracíclico. El crecimiento económico y la sólida demanda han generado un auge de precios que justifica nuevas promociones. La emisión de licencias ha aumentado, la confianza de los constructores está en máximos desde 2006, y la finalización de viviendas también va en ascenso.
El reto: ampliar el parque de viviendas de forma sostenida
Si bien los datos de nuevas construcciones son alentadores, su peso sobre el parque total de viviendas sigue siendo limitado, con una tasa de renovación del 0,3% en 2024. Además, tras un repunte del 10% en infraestructuras en 2023, la inversión volvió a caer un 6% en 2024, manteniéndose por debajo de los niveles previos a 2010.