El crecimiento del PIB no mejora el poder adquisitivo
A pesar de haber experimentado un fuerte crecimiento económico y demográfico desde finales del siglo pasado, Baleares lleva un cuarto de siglo sin mejorar su poder adquisitivo. Un informe del Cercle d’Economia de Mallorca revela que el PIB per cápita real del Archipiélago está estancado desde el año 2000, a pesar de que el PIB global se ha multiplicado por 2,5 en ese mismo periodo.
El estudio, titulado Crecimiento poblacional y económico. Una aproximación al caso de Baleares, ofrece una radiografía preocupante: mientras el PIB ha pasado de 16.993 millones de euros en 1996 a 42.084 millones en la actualidad, la riqueza individual no ha seguido la misma evolución. El informe atribuye esta paradoja al efecto combinado de una inflación persistente y un crecimiento poblacional muy por encima del promedio nacional.
Un modelo basado en población creciente
Desde 1996, la población balear ha aumentado en 471.000 personas, lo que representa un incremento del 62%, frente al 22% de media en España. Este crecimiento, el más alto entre todas las comunidades autónomas, ha supuesto una gran presión sobre los servicios públicos: vivienda, sanidad, educación, transporte, energía y agua, entre otros.
El informe destaca que este modelo, basado en la expansión poblacional, ha diluido los beneficios del crecimiento económico. Aunque Baleares ha sido la segunda región con mayor incremento del PIB (solo por detrás de Madrid), el efecto de reparto entre más habitantes ha neutralizado cualquier mejora real del nivel de vida.
Retroceso relativo frente a España y Europa
La situación se agrava al comparar la evolución del PIB per cápita de Baleares con otras comunidades autónomas y con Europa. En el año 2000, el Archipiélago se situaba 20 puntos por encima de la media europea en Paridad de Poder de Compra (120 frente a 100). Sin embargo, esta ventaja ha desaparecido: durante la pandemia llegó a caer por debajo de los 80 puntos y, aunque se ha recuperado parcialmente, ahora está alineado con la media de la Unión Europea.
Además, el estudio señala una correlación inversa entre crecimiento poblacional y mejora del PIB per cápita: las regiones con menor aumento demográfico han registrado mejores resultados económicos per cápita. Baleares, en cambio, ha seguido un camino opuesto que ha erosionado su posición relativa tanto a nivel nacional como europeo.
Un desafío estructural para el futuro
El informe concluye que Baleares se enfrenta al reto urgente de reformular su modelo económico. Seguir apoyándose en un crecimiento poblacional acelerado para sostener la actividad ya no parece viable ni sostenible. En cambio, la región debe buscar una transformación estructural que le permita mejorar el bienestar sin depender de un aumento continuo de habitantes.
Este escenario plantea interrogantes clave para la planificación económica, la sostenibilidad de los servicios públicos y la cohesión social en el Archipiélago. De no corregirse esta tendencia, la pérdida de poder adquisitivo podría profundizarse, afectando la calidad de vida de los ciudadanos baleares durante las próximas décadas.