La inflación PCE sube en EE.UU., pero sin sorpresas

El índice favorito de la Fed se mantiene dentro de lo esperado

El deflactor de consumo privado (PCE) en Estados Unidos subió al 2,7% interanual en agosto, frente al 2,6% registrado en julio, según informó la Oficina de Análisis Económico (BEA). Este aumento era esperado por el consenso del mercado, lo que ha ofrecido cierto alivio a los inversores. La inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, se mantuvo estable en 2,9%, también en línea con las previsiones.

En términos mensuales, la inflación general avanzó un 0,3%, mientras que la subyacente creció un 0,2%, cifra idéntica a la del mes anterior. Estos datos refuerzan la percepción de que la inflación sigue contenida dentro de una tendencia moderada, aunque aún por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal.

Consumo e ingresos siguen firmes

Los ingresos personales aumentaron un 0,4% en agosto, lo que representa unos 95.700 millones de dólares. A su vez, los ingresos personales disponibles crecieron al mismo ritmo, en 86.100 millones. Por otro lado, el gasto en consumo personal se aceleró un 0,6% mensual, sumando 129.200 millones de dólares.

El ahorro personal alcanzó los 1,06 billones de dólares, y la tasa de ahorro se situó en 4,6%. Estos datos reflejan que, pese a una inflación aún elevada, los consumidores mantienen un nivel de gasto saludable respaldado por un mercado laboral que, aunque debilitado, continúa generando ingresos estables.

La Fed bajo presión entre inflación y empleo

El informe llega en un momento crucial para la Reserva Federal, que monitorea el índice PCE como su principal indicador para evaluar la evolución de los precios. Según Bret Kenwell, analista de mercado de eToro, “aunque la inflación sigue elevada, el informe no alterará el statu quo, y la Fed mantendrá su hoja de ruta para recortar los tipos en dos ocasiones más este año”.

La situación actual presenta un dilema para el banco central: intervenir con más fuerza contra la inflación a costa de dañar el empleo, o permitir cierta subida de precios mientras protege un mercado laboral en desaceleración. Kenwell apunta que “el objetivo de inflación del 2% ha perdido prioridad”, ya que ahora el foco está en “evitar un desastre económico” y restablecer el equilibrio entre precios y empleo.

Expectativas a corto plazo

Mientras la inflación mensual se mantiene contenida y el consumo no muestra signos de debilidad, el mercado espera que la Fed opte por una política de tipo más flexible. Si los próximos datos laborales confirman el debilitamiento y la inflación no se acelera significativamente, la Reserva podría avanzar con los recortes de tasas programados.

Por ahora, el comité de política monetaria parece adoptar una postura de prudencia, sin decisiones drásticas pero con atención constante a los datos. El equilibrio entre crecimiento económico, control de precios y solidez del mercado laboral será el eje central en las próximas reuniones del banco central.