Las crisis recientes reafirman su utilidad práctica
El Banco Central Europeo (BCE) ha subrayado la importancia de mantener efectivo en los hogares como medida de prevención ante situaciones de crisis. En su reciente informe titulado “Conserva la calma y lleva efectivo: enseñanzas sobre el papel excepcional del dinero físico en cuatro crisis”, la institución analiza el papel del efectivo en contextos de emergencia como la pandemia de la COVID-19, la guerra en Ucrania, las crisis económicas de Grecia y el apagón eléctrico ocurrido en España el pasado 28 de abril.
Según el BCE, el dinero en metálico ofrece ventajas clave frente a los métodos digitales: accesibilidad sin conexión, privacidad, y valor garantizado. Durante eventos que ponen a prueba la infraestructura tecnológica, como apagones o ciberataques, el efectivo permite mantener el control de las transacciones básicas sin depender de la operativa digital.
El apagón de abril evidenció su rol esencial
El informe cita el apagón eléctrico que afectó a la Península Ibérica en abril de 2025 como un ejemplo reciente y contundente. Durante esa jornada, el comercio electrónico cayó un 54% y el uso de tarjetas de crédito se redujo un 42%, debido a la inoperatividad de muchos sistemas digitales y cajeros automáticos. El efectivo, en cambio, se mantuvo plenamente funcional.
“Este acontecimiento transformó el efectivo en el único medio de compra para muchas personas que lo poseían”, señala el documento. Lo que antes era una opción más entre muchas formas de pago, se convirtió en la única alternativa viable para adquirir productos básicos.
Patrón repetido en crisis anteriores
El BCE también destaca que la demanda de billetes aumentó durante otras crisis recientes. En la pandemia, los ciudadanos recurrieron al efectivo como una forma segura de preservar valor. En la invasión a Ucrania y durante los momentos más críticos de la crisis griega, también se observó un comportamiento similar: el efectivo funcionó como una reserva confiable en medio de la incertidumbre.
Estos episodios demuestran, según el organismo, que la confianza en el dinero físico resurge en tiempos de inestabilidad. Por ello, el BCE insiste en que su disponibilidad debe garantizarse como respaldo funcional dentro del sistema financiero.
¿Cuánto efectivo guardar en casa?
El BCE sugiere mantener entre 70 y 100 euros por persona como reserva de emergencia, o lo equivalente a al menos 72 horas de provisiones básicas. Esta cifra permitiría afrontar situaciones críticas durante tres días sin necesidad de acceder a medios digitales. En una familia promedio, esta cantidad puede marcar la diferencia cuando el acceso al sistema bancario se ve interrumpido.
Asimismo, el informe menciona que algunos países ya trabajan en el desarrollo de cajeros automáticos más resilientes, capaces de operar incluso cuando hay cortes de energía, para garantizar el acceso continuo al efectivo.

