Stellantis sufre pérdidas de 2.300 millones de euros

El impacto de los aranceles golpea los resultados

Stellantis ha registrado unas pérdidas netas de 2.300 millones de euros en el primer semestre de 2025, una caída drástica frente a los 5.647 millones de euros de beneficios obtenidos en el mismo periodo del año anterior. Esta reversión en los resultados refleja una serie de desafíos acumulados, con especial protagonismo de los aranceles estadounidenses y la cancelación de programas estratégicos.

La compañía ya había suspendido sus previsiones financieras el pasado 30 de abril, advirtiendo sobre la incertidumbre generada por el entorno comercial global. En total, Stellantis asumió 3.300 millones de euros en cargos netos antes de impuestos. Estos gastos se vinculan principalmente a la cancelación de iniciativas productivas, deterioro de plataformas tecnológicas y al coste inicial de los aranceles aplicados por Estados Unidos.

Caída en las ventas y deterioro en mercados clave

Las ventas consolidadas del grupo en el primer semestre se situaron en torno a los 74.300 millones de euros, lo que supone un descenso del 12,6 % con respecto al mismo periodo de 2024. Aunque los datos finales no se conocerán hasta el 29 de julio, el retroceso ya marca una tendencia preocupante para la automotriz franco-italiana.

En el segundo trimestre, Stellantis vendió un total de 1,447 millones de vehículos en todo el mundo, una caída del 6 % interanual. La región más afectada fue Norteamérica, donde las ventas se desplomaron un 25 %, pasando de 431.000 a 322.000 unidades. Esta reducción responde en gran parte a la menor producción de vehículos importados —fuertemente afectados por los aranceles— y a una bajada significativa en el canal de flotas.

Europa también retrocede, aunque en menor medida

En Europa ampliada, las entregas también sufrieron un retroceso: de 772.000 unidades en el segundo trimestre de 2024 a 722.000 este año, lo que representa una caída del 6 %. Aunque menos pronunciado que en el mercado norteamericano, este descenso pone en evidencia una presión persistente en la demanda regional y un entorno macroeconómico poco favorable.

Stellantis estima que el coste directo de los aranceles estadounidenses ya ha alcanzado los 300 millones de euros en el primer semestre, a lo que se suman pérdidas derivadas de la reducción de su capacidad productiva como medida preventiva ante el entorno incierto.

Panorama a corto plazo marcado por la prudencia

La compañía se encuentra en una fase crítica, en la que la volatilidad del comercio internacional, junto con decisiones estructurales internas, ha tenido un efecto devastador en sus cuentas. La presentación de los resultados definitivos el próximo 29 de julio podría aclarar si estas cifras representan un bache temporal o un cambio estructural en su modelo operativo.

Por ahora, Stellantis opta por una postura de cautela. En un contexto global en el que los aranceles siguen condicionando la competitividad de los grandes grupos automovilísticos, la empresa enfrenta el desafío de redefinir su estrategia productiva y comercial en los principales mercados del mundo.