El mercado gira tras un mensaje más restrictivo
La última reunión del Banco Central Europeo, que se anticipaba sin grandes sorpresas, ha supuesto un giro radical en las expectativas del mercado. Aunque el BCE mantuvo los tipos de interés en el 2%, varios analistas han abandonado la idea de nuevos recortes para este año. Firmas como BNP Paribas, Goldman Sachs o RBC ahora consideran que el ciclo de flexibilización ha terminado, en contraste con la previsión previa de recortes en septiembre y diciembre.
Este cambio responde a señales más restrictivas por parte del BCE. Christine Lagarde destacó que la inflación ya se encuentra dentro del objetivo y que el entorno actual permite mantener los tipos sin urgencia por nuevos movimientos. Además, insistió en que la institución no anticipará medidas frente a posibles impactos arancelarios hasta contar con más datos, y remarcó que la entidad se encuentra “en una posición cómoda”.
Factores que refuerzan la postura cauta del BCE
Desde Danske Bank apuntan que, si bien aún consideran posible un recorte en septiembre, la reciente evolución positiva en datos macroeconómicos y negociaciones comerciales ha reducido la necesidad de actuar. Esta postura fue confirmada por el miembro del Consejo Martin Kazaks, quien subrayó que el BCE debe evitar decisiones drásticas y valorar el impacto de los recortes ya realizados en los últimos 12 meses.
Por su parte, ING señaló que el tono de la conferencia fue más agresivo de lo previsto. El banco holandés considera que, con el repunte del gasto en defensa e infraestructura en Alemania y la relajación fiscal en la eurozona, existe el riesgo de un nuevo impulso inflacionario, lo que incluso podría abrir la puerta a futuras subidas de tipos si los precios vuelven a subir.
Impacto en los mercados y previsiones actualizadas
El efecto fue inmediato en los mercados de deuda. Los bonos alemanes a 10 años subieron hasta el 2,77%, su nivel más alto desde marzo. España alcanzó el 3,335%, Francia el 3,4% e Italia el 3,61%. En los mercados de swaps, las probabilidades de un recorte en septiembre cayeron del 50% al 25%, y las de diciembre bajaron drásticamente hasta el 30%.
El dato de inflación de junio se situó en el 2%, con un subyacente del 2,3%. El PIB de la eurozona, por su parte, creció un 0,6% en el primer trimestre, superando expectativas. Las previsiones para 2025 se mantienen en un crecimiento del 0,9%. Sin embargo, la elevada volatilidad de los datos mantiene el rumbo del BCE aún abierto.